Notas de Interés
El único lujo de los pobres
El Dr. Miguel Ángel Pardo comparte, en una nota de opinión, su visión sobre el costo de los medicamentos y la importancia de su accesibilidad para todas las clases sociales.

Durante mis más de 40 años trabajando en la industria farmacéutica, muchas veces tuve que escuchar la  consulta-queja … ¿ porqué son tan caros los medicamentos?.., por lo que tuve que buscar explicaciones para responder  y responderme   esta pregunta. 

 

En primer lugar, algo es caro, cuando en otro lugar u otro tiempo, se puede o pudo comprar por un  precio más bajo del que lo estamos pagando.

 

Cualquier artículo depende de su abundancia o escases para tener un precio más alto o más bajo, y esto se da en diferentes regiones y países o en distintos momentos de la historia o del año, regido por las leyes del mercado.

 

Pero el caso de los medicamentos depende mucho también, de las regulaciones de los gobiernos  y de los niveles de precios que puedan aceptar las economías  de los distintos países.

 

En una comparación de precios de medicamentos entre países, siempre encontraremos valores más bajos en unos y más altos en otros, por lo que no podemos establecer si el nuestro es caro o barato.

 

Lo que realmente sucede, es que en todos los países la gente tiene la misma sensación con respecto a estos precios, y esto está motivado en que la compra de los medicamentos es una acción no deseada ni elegida por el “cliente”, en este caso el paciente, y  al no poder elegir el momento de la misma, esta puede ser necesaria después que se han gastado gran parte de los ingresos , en el alquiler de la vivienda, el colegio de los chicos, impuestos,  servicios, alimentos y otros, por lo que a muchísima gente le resultará un gasto difícil de afrontar o directamente imposible.

 

Por otra parte, en términos generales, los ingresos de las personas,  suelen ir en aumento hasta el momento del retiro laboral, a partir del cual, suelen disminuir  y bastante, coincidiendo  este momento de la tercera edad, con el período de mayor  necesidad de consumo de fármacos, por lo que la incidencia del costo de los mismos es muy negativa por la combinación de ambos motivos.

 

En algunas conversaciones he comentado que, en realidad, si en lugar de medicamentos, se prescribiera el consumo, tres o cuatro veces al día durante ocho a diez días, de cualquier alimento, golosina o bebida, probablemente a mucha gente ya le resultaría caro el tratamiento.

 

Otra manera de considerar caro a un producto, es porque su precio no se corresponde con su valor intrínseco, por el cual, por ejemplo, puede ser,  cara una bicicleta a diez mil pesos y barato un automóvil a treinta mil.

 

En este sentido debo decir que el medicamento más caro que hay, es el que falta para curar una enfermedad, o el que no se pudo comprar o no llegó a tiempo para el paciente.

 

¿Cuánto valdrá una medicina que con la toma durante un par de semanas pudiera curar definitivamente una enfermedad  terminal que hoy no tiene cura?

 

Seguramente su precio será alto, pero por lo antedicho, no debería ser considerado caro, dado que una vida no tiene precio. ( todo lo demás se puede comprar con una tarjeta de crédito)

 

Recordemos que hasta  la llegada de la penicilina, la gente podía morir por cualquier infección,  inclusive por lastimarse con las espinas del rosal de su jardín, y hoy un tratamiento con antibióticos puede ser considerado caro.

 

Deberemos tener presente todo el esfuerzo y el costo que significa poner un medicamento en el mercado, desde el desarrollo del mismo, hasta la producción y el control durante su fabricación.

 

No hay otras industrias donde se extremen tanto las exigencias para poner un  producto en manos de su usuario final.

 

Control de calidad previo de todos sus componentes, control  durante el proceso de fabricación, validación documentada de los métodos analíticos y de fabricación, control continuo y validación previa de las muy exigentes condiciones ambientales, y de almacenamiento y transporte, incluyendo cadena de frío en algunos casos.

 

Todo esto dicho de manera resumida y a modo de ejemplo.

 

Haciendo todas estas consideraciones podemos llegar a una conclusión reveladora  y muy interesante…

 

“LOS MEDICAMENTOS SON EL ÚNICO LUJO QUE SE DAN  LOS POBRES”…

 

Razonemos lo siguiente; cuando al hijo de una persona de escasos recursos le administran   un antibiótico en un pobre hospital de campaña, este será el mismo que le administrarían a un principito de la realeza de cualquier lugar del mundo o al hijo de un magnate de la realeza económica.

 

Es que en todos los además artículos hay calidades para pobres y calidades para ricos, desde la vivienda, los alimentos, la indumentaria, el transporte, y hasta la medicina, en lo que respecta a médicos e instituciones.

 

Pero en medicamentos,  hay una sola calidad disponible para todos los pacientes, sea cual sea su nivel económico o social, y además es la más alta posible, con su correspondiente precio, por lo que se manifiesta la condición de caro, para las personas  de más bajos ingresos económicos.

 

Esta situación debe ser contemplada por la sociedad, por distintos caminos que pueden incluir, obras sociales o medicinas prepagas económicamente accesibles, hospitales públicos con entrega de medicamentos en forma gratuita o a abajo precio, subsidios directos para determinados tratamientos, y otras alternativas.

 

Lamentablemente, sin hacer ningún tipo de análisis, algunas veces ciertos políticos quieren resolver este tema con intervenciones directas en los mercados, mirando con recelo el lucro obtenido por las empresas del sector, sin considerar que no existe en el mundo, algún medicamento que haya sido desarrollado por instituciones gubernamentales y que sin la actividad privada no tendríamos el vademécum tan amplio que existe en la actualidad.     

 

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