La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido convocar a un comité de emergencia para analizar todos los aspectos relacionados con la lucha contra el virus y y determinar si el brote debe ser tomado como emergencia de salud pública o no.

Brasil ha sido hasta ahora el país más afectado por esta epidemia y ya se han confirmado más de un millón y medio de casos. Solo en américa podría haber alrededor de 4 millones de personas infectadas.

La directora general del organismo, Margaret Chan ha afirmado que “la OMS está muy preocupada por la rápida evolución de esta enfermedad por cuatro razones principales: la posible asociación de la infección con malformaciones del recién nacido y síndromes neurológicos. El potencial de mayor propagación internacional debido a la amplia distribución geográfica del mosquito vector".

Además de las malformaciones en recién nacidos, otras de las razones de la evolución de ésta enfermad son la inexistencia de una vacuna, condiciones climáticas por el fenómeno El Niño y la inmunidad de ciertas poblaciones en nuevas áreas afectadas por el mosquito transmisor.

El director del Instituto estadounidense de alergias y enfermedades infecciones (Niaid) destacó que “Es importante comprender que no vamos a tener una vacuna segura y eficaz este año y probablemente tampoco en los próximos años”, aunque se están llevando a cabo esfuerzos desde diversas instituciones para lograr detener la propagación de esta enfermedad que tiene en alerta a varios países.