Igualmente, y a modo de ejemplo, Cleti recordó: "La medicación contra la tuberculosis pasó por el estudio de estabilidad y por una necesidad de urgencia estuvimos entregando cuando el medicamento tenía 12 meses de estabilidad".
Cabe aclarar que la decisión de avanzar en la fabricación de este medicamento es anterior al debate sobre la ley que pretende legalizar la práctica abortiva y que se está debatiendo en el Senado, luego de recibir media sanción en Diputados.
Uno de los responsables del laboratorio de la provincia recordó que fue difícil avanzar en el desarrollo del medicamento. "Fueron años en donde no logramos concretar aspectos fundamentales para el desarrollo, no conseguíamos la información", reconoció.
En ese sentido, contó que a partir de las sociedades con determinadas ONG, reconocidas a nivel internacional, se fueron dando los primeros pasos. "Son organizaciones que trabajan el tema de interrupción del embarazo a nivel internacional. Muchas de ellas son asesoras de la Organización Mundial de la Salud. Fue información sustanciosa y muy valiosa para que nosotros podamos tener un desarrollo", destacó.
El director del LIF subrayó el "firme apoyo político" por parte del gobernador Miguel Lifschitz para avanzar en la materia. "Él mismo ha expresado que era una política de Estado para Santa Fe. Esto no se pudo haber hecho si no hay un apoyo político firme en estos temas".
Sobre el misoprostol
El misoprostol es un medicamento legal que se vende en cualquier farmacia. Viene en pastillas y cada una está compuesta de 200 microgramos de misoprostol (remedio abortivo) y 50 miligramos de diclofenac (remedio para el dolor). Cada caja trae cuatro blísters con cuatro pastillas cada uno, en total son 16.
En la provincia de Santa Fe los comprimidos se brindan desde 2012 en los distintos efectores de salud. Oraldo Llanos, director del área de Salud Sexual de Santa Fe, había manifestado en abril pasado que la iniciativa de fabricar comprimidos a través del LIF "brindará a las mujeres mayor accesibilidad a la salud porque este tipo de insumos son fundamentales para completar otras políticas de salud públicas".
Llanos consideró que "la droga brinda un aporte inestimado para la salud en general ya que se usa no solo para la interrupción del embarazo, sino también para aborto espontáneo, muerte intrauterina y preparación del cuello uterino en distintos procedimientos".
Si bien los costos de producción aún no están definidos, desde la provincia sostienen que serán más bajos que el valor comercial actual, que ronda los tres mil pesos. "Esto implicará un ahorro para el Estado que debe comprar el insumo al único laboratorio que comercializa la droga y podrá destinar esos recursos a otras políticas importantes para potenciar otros procesos", sostuvo meses atrás el funcionario.