Desde principios de este siglo y en línea con otros mercados de Latinoamérica, la industria farmacéutica local acompañó el proceso de recuperación de la economía argentina y experimentó un fuerte crecimiento del 60%, con una facturación que rozó en 2013 los US$5.000 millones.
En 2014, esta tendencia tuvo una caída en las ventas medidas en dólares como consecuencia de la variación del tipo de cambio. De todas maneras, estos números positivos fueron posibles, principalmente, gracias al uso de la capacidad instalada y a la puesta en marcha de planes de inversión para nuevas tecnologías, maquinarias y plantas productoras.
De esta manera, el sector alcanza a representar el 6% del Producto Industrial y alrededor del 1% del PBI. Además, esta suba explica el 8% del crecimiento de la industria y el 1% de la economía.
Cerca del 60% de los laboratorios activos son de capitales nacionales y predominan los laboratorios no-innovadores, es decir, aquellos que comercializan productos del tipo genérico o similar, no dedican recursos a la investigación y desarrollo, o están dedicados a copiar fórmulas de patentes ya vencidas o a producir medicamentos a partir de la adquisición de licencias. Algo similar ocurre en otros mercados latinoamericanos como, por ejemplo, Brasil que se ubica entre el primer lugar de mercado regional y en el quinto a nivel mundial; y México, el segundo de América latina.
En la actualidad, el sector está conformado por unos 250 laboratorios activos con un alto grado de concentración. En los últimos dos años, aproximadamente, los primeros 20 laboratorios (13 de ellos de capitales nacionales) representan alrededor del 67% de la facturación total; los primeros cinco suman algo más del 26% de lo facturado, y cerca del 40% de lo acumulado por los primeros veinte.
El primer tramo de la extensa cadena de valor de la industria emplea más de 40.000 personas de los cuales alrededor del 30% es absorbida por los 20 laboratorios de mayor facturación. A su vez, deben sumarse otros 100.000 puestos que se distribuyen a lo largo del segundo y tercer tramo de la cadena del negocio: la distribución y la comercialización. A diferencia de otras industrias, la proporción de empleo calificado es bastante mayor, lo que impulsa significativamente sus niveles de productividad.
En crecimiento La industria de los medicamentos en nuestro país tiene una ventaja comparativa respecto al resto de los países de la región, ya que concentra más del 50% de la producción y de las ventas totales en empresas de capitales nacionales.
Asimismo, debe destacarse el creciente papel de las pymes y microempresas que, en términos relativos al resto de los integrantes del sector, vienen destinando cuantiosos recursos a la inversión en investigación y desarrollo y empleando personal altamente capacitado.
De no mediar grandes cambios en las políticas económicas, las tasas de crecimiento de esta industria seguirán siendo positivas en los próximos años, tanto desde el punto de vista de la facturación como en relación con su inserción internacional. Si, además, se general medidas orientadas al sector con el objetivo de fomentar la inversión en investigación y desarrollo, su crecimiento estará asegurado.
El sector farmacéutico tiene gran relevancia para el desarrollo y cuenta con la potencialidad de diversificarse tanto en producción como en cantidad de mercados atendidos. De esta manera, la actividad podría expandir su producción y aprovechar la economía de escala.
El desafío al que se enfrenta es aumentar los niveles de inversión en tecnología, investigación y desarrollo, con lo que podría incrementar de manera significativa su productividad y abrirse al mercado externo con productos innovadores. Asimismo, el proceso de desinversión de las multinacionales les abre la puerta a una gran oportunidad de expansión a los laboratorios de capitales nacionales.
A estas oportunidades se les suma la de aumentar sus niveles de exportación a partir de un proceso de diversificación de productos y destinos. El crecimiento exhibido por el sector en la Argentina durante estos últimos años permite pronosticar que la industria de los laboratorios seguirá un proceso de expansión tanto en cuanto a sus niveles de facturación como a su inserción en nuevos mercados.
Autor: Mabel Casillas Contadora Publica Nacional*
*Socia de Auditoria de KPMG Argentina con especialidad en el negocios farmacéutico y medicina prepaga.
Fuente: Clarín
Link: http://www.ieco.clarin.com/economia/Apostar-industria-farmaceutica_0_1392460982.html
