En el Policlínico San Martín, en Hospital de Niños, en el Rossi, en cualquiera de los 75 hospitales públicos y centros de atención primaria de la salud de la provincia de Buenos Aires, pacientes con problemas de presión, colesterol, incontinencia urinaria, cefaleas y decenas de dolencias y patologías pueden estar siendo tratados con medicamentos concebidos íntegramente a pasos de 1 y 50, uno de los cruces más transitados de la Región.
Es que en 49 y 115, en un edificio de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, funciona la denominada Unidad de Producción de Medicamentos, la UPM, donde docentes, becarios y alumnos desarrollan a diario el “paso a paso” para la elaboración y control de medicamentos. Ese manual es la “biblia” para quienes en el Instituto Biológico de Ringuelet producen los fármacos en grandes cantidades, que luego llegan a los hospitales para ser suministrados en forma gratuita.
Así, Ciencias Exactas se ha convertido en un eslabón clave del sistema de salud pública, a punto tal que “en la República hay pocos lugares como este, actualmente reconocido como el centro público en condiciones de desarrollar el know how (del inglés “saber cómo” o conocimiento fundamental) para la producción en escala de medicamentos en cualquier laboratorio del país”, dicen el profesor titular y director técnico de la UPM, el bioquímico y farmacéutico Arturo Hoya, y el director de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), el vicedecano de la unidad académica, Patricio de Urraza.
Fuente: El Día