El Hospital San Juan de Dios de La Serena, en Chile, y la Universidad Nacional de Córdoba, en Argentina, elaboraron medicamentos a partir de la reutilización de la sangre. El primero envía productos sanguíneos al Laboratorio argentino de Hemoderivados, donde son convertidos en fármacos que sirven para el tratamiento de enfermedades como la hemofilia, patologías autoinmunes y neurológicas, inmunodeficiencias, síndromes nefróticos e, incluso, en el proceso de personas que han sufrido quemaduras.

Andrea Corina Zucchi, directora de Captación de Materias Primas Biológicas del Laboratorio de la Universidad de Córdoba, señaló que en el proceso se separan las diferentes proteínas que se encuentran en el plasma humano y a partir de ellas se elaboran los medicamentos. "A todo el plasma que recibimos se le hace una inspección para verificar que cumpla con todos los requerimientos de calidad y éste nos ha reflejado el buen trabajo que se hace en Chile y las mejoras significativas que se han implementado", indicó.

Daniela Zavala, jefa del Banco de Sangre del Hospital de La Serena, explicó que de las donaciones de sangre se obtienen diferentes productos sanguíneos como los glóbulos rojos, plaquetas y plasma, éste último contiene las proteínas y factores de la coagulación, sin embargo no es tan utilizado en los hospitales como los glóbulos rojos. "Si el plasma no se utiliza, se vence, entonces para evitar estas pérdidas, nuestro hospital envía todo el plasma que no ha utilizado terapéuticamente a la Universidad de Córdoba, para que ellos lo puedan convertir en medicamentos que les sirve a muchos pacientes de Chile y Latinoamérica", agregó Zavala.

La directora indicó que con este proceso "se logra contar con medicamentos que son muy caros para un país si los tiene que importar. Las grandes industrias están en el hemisferio norte, en Estados Unidos, Europa y también China, quienes venden productos a Latinoamérica".

En la actualidad existen medicamentos que si no se elaboran a partir del plasma, no se pueden fabricar, por eso disponer de este derivado sanguíneo resulta clave. El Laboratorio de Hemoderivados argentino no sólo recibe plasma desde Chile, sino también desde Uruguay y Paraguay.

Fuente: Cooperativa (Chile)