Notas de Interés
Científica del CONICET obtuvo un premio internacional por sus estudios sobre patógenos
La organización eLife distinguió a Daiana Capdevila por su investigación sobre la resistencia de bacterias a los antibióticos y al sistema inmune.

 

 

 

 

 

 

La científica del CONICET, Daiana Capdevila, fue galardonada con el Premio Ben Barres que otorga eLife, una organización sin fines de lucro fundada en 2011 por el Instituto Médico Howard Hughes, de Estados Unidos, la Sociedad Max Planck, de Alemania, y el Wellcome Trust, del Reino Unido.

 

Daiana Capdevila, del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBA, CONICET- FUNDACION INSTITUTO LELOIR), estudia la resistencia de bacterias a los antibióticos y al sistema inmune.

 

Uno de los requisitos para postular al premio es haber publicado un avance científico relevante en eLife, una revista de acceso abierto y altos estándares de calidad cuyo editor en jefe fue, hasta 2019, el premio Nobel Randy Schekman, sucedido en el cargo por Michael Eisen, investigador de la Universidad de California y del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI), con sede en Chevy Chase (Maryland), Estados Unidos.

 

En 2018, Capdevila y colegas publicaron un trabajo en esa revista que describe cambios a nivel atómico que ocurren en una proteína llamada AdcR presente en el neumococo (Streptococcus pneumoniae), un patógeno que figura en la lista de prioridades de la Organización Mundial de la Salud para el desarrollo de nuevos fármacos. Causa desde infecciones del oído y sinusitis hasta neumonías y meningitis, dos de las principales causas de morbilidad y mortalidad en niños y adultos mayores.

 

La proteína AdcR integra la lista de los llamados “represores de resistencia a múltiples antibióticos” del neumococo (MarR por sus siglas en inglés), que son los sensores que le avisan a la bacteria que está en peligro. En el caso de AdcR, detecta la falta de zinc: un metal presente en el medio celular que la bacteria usa como nutriente. Si las concentraciones son altas, el patógeno puede intoxicarse, pero si falta no puede sobrevivir. “La proteína AdcR le permite alcanzar un balance entre ambos extremos”, explica Capdevila, quien es doctora en química egresada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y también recibió en 2020 el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” en la categoría Beca por un proyecto que apunta a monitorear la calidad del agua que consumen los habitantes de la Cuenca Matanza- Riachuelo.

 

Entender las bases moleculares de cómo las bacterias aprenden a resistir la alternancia entre hambruna e intoxicación que sufren en el cuerpo humano podría permitir pensar en nuevas estrategias que no maten a todas las bacterias, sino que solo restrinjan el crecimiento de las más patogénicas. “De hecho, es una estrategia muy explotada por nuestro sistema inmune, que intoxica a las bacterias con muchos metales y restringe la disponibilidad de otros que pueden favorecer su multiplicación”, explica Capdevila.

 

“Mi enfoque es tratar de entender desde una perspectiva biofísica cómo pequeños cambios en la posición y el movimiento de los átomos, en algunas moléculas permiten que las bacterias adquieran esa resistencia y a partir de ese conocimiento desarrollar nuevas estrategias antimicrobianas”, indica Capdevila.

 

La distinción concede fondos para investigación. “Recibir este premio es una gran alegría porque nos da recursos necesarios para hacer más experimentos e impulsar así nuestra línea de investigación”, afirma Capdevila, jefa del Laboratorio Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas en el IIBA y agrega: “El Premio Ben Barres refleja lo que creo que es necesario en ciencia: valorar los desarrollos no como cosas en el vacío sino como el producto del esfuerzo colectivo en un contexto que plantea dificultades particulares”.

 

Fuente: CONICET

 

 

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