Notas de Interés
Aprueban en Argentina la primera inmunoterapia para el cáncer de hígado
Combina el uso de atezolizumab, con el anticuerpo monoclonal bevacizumab, lo que permite aumentar el tiempo de sobrevida y mejorar su calidad.

 

 

 

 

 

La obesidad, el hígado graso, las hepatitis virales y el alcoholismo, entre otros factores, son los principales responsables de enfermedad hepática avanzada y, en consecuencia, de más de 750 mil casos de cáncer hepático por año en el mundo, siendo la forma avanzada la principal forma de presentación. En Argentina, la cifra supera los 2.300 al año, lo que se traduce en cerca de 6 nuevos diagnósticos cada día. La estimación a nivel mundial es que la cantidad de casos por año se incrementará un 75% para el año 2030.

 

En este sentido, se acaba de aprobar en Argentina el uso combinado de una inmunoterapia, el atezolizumab, con un anticuerpo monoclonal, el bevacizumab, dos medicaciones que ya estaban autorizadas aquí para otros tipos de cáncer, pero que hoy representa la primera indicación para el hepatocarcinoma avanzado.

 

El atezolizumab es una inmunoterapia, un tipo de tratamiento que ayuda al sistema inmunológico del organismo a combatir el cáncer, y el bevacizumab es un anticuerpo monoclonal con función antiangiogénica, es decir que ayuda a prevenir la formación de vasos sanguíneos nuevos que los tumores necesitan para crecer. Ambas medicaciones demostraron que, indicadas juntas, obtienen mejores resultados que todo lo disponible hasta el momento para tratar el hepatocarcinoma celular en estadío avanzado.

 

“El hepatocarcinoma celular es el subtipo de cáncer hepático más frecuente, dado que representa alrededor del 90% del total de casos. Con frecuencia, este cáncer no genera síntomas hasta etapas avanzadas, aunque hay quienes podrían experimentar dolor o sensibilidad abdominal, sangrados o hematomas, aumento de volumen abdominal, incremento o pérdida de peso sin explicación e ictericia (piel amarillenta)”, sostuvo Dr. Gabriel Aballay Soteras, hepatólogo, médico de planta de la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Cosme Argerich y Sub-jefe Unidad de trasplante hepático del Instituto de Trasplante y Alta Complejidad.

 

A pesar de ser una enfermedad muy frecuente, para el cáncer de hígado existían limitadas alternativas de tratamiento, sobre todo para los estadíos avanzados. Hasta esta aprobación reciente, las opciones para las distintas etapas eran cirugía, ablación por radiofrecuencia, trasplante hepático, quimioembolización transarterial (introducción de un catéter para restringir el suministro de sangre al tumor) y quimioterapia.

 

La aprobación de esta indicación del uso combinado de ambas medicaciones está respaldada por la evidencia arrojada por el estudio IMbrave150, que incluyó a 501 pacientes con carcinoma hepatocelular avanzado que ya no era operable y que no habían sido tratados antes con terapia sistémica. Un grupo recibió atezolizumab + bevacizumab y el otro, la terapia estándar para esta etapa de la enfermedad, sorafenib. Participaron 111 centros en 17 países.

 

El tratamiento combinado se asoció con una sobrevida global y sobrevida libre de progresión significativamente superiores. El 84,8% de quienes recibieron atezolizumab + bevacizumab estaba vivo a los 6 meses del tratamiento y, al año, un 23% más de pacientes seguía con vida (67,2% versus 54,6%). Además, la media de tiempo en que la enfermedad progresó fue un 58% menor en el grupo atezolizumab + bevacizumab (6,8 contra 4,3 meses). De hecho, a los 6 meses, el 54,5% del primer grupo se encontraba libre de progresión, es decir, la enfermedad no había avanzado.

 

“Uno querría poder cronificar la enfermedad y hablar de muchos años de sobrevida, lo que confiamos que en algún momento se logrará, pero no debemos perder de vista que estamos hablando de una enfermedad grave, difícil de tratar y en estadio avanzado o metastásico, por lo que los resultados que se vieron con estas medicaciones representan un avance sumamente significativo y abren un nuevo horizonte terapéutico”, reconoció el Dr. Aballay Soteras.

 

Además, según lo reportado por los pacientes del estudio, la combinación de la inmunoterapia y el anticuerpo monoclonal también retrasó más tiempo el deterioro de su calidad de vida y de su funcionamiento físico y social, en comparación con la otra medicación.

 

 Fuente: Economis

  • en iyi dershane
  • ankara dershane
  • EDICIONES VR S.A.
    Tel.: (+54 9 11) 4424-2885
    info@edicionesvr.com