Notas de Interés
Un medicamento contra el cáncer podría usarse para tratar el COVID-19
El fármaco sabizabulina en un estudio de Fase III con pacientes de EEUU, Brasil, Bulgaria, Argentina y México redujo a la mitad el riesgo de muerte de los pacientes tratados.

 

 

 

 

Según los resultados de un estudio de Fase III con pacientes de EEUU, Brasil, Bulgaria, Argentina y México que se realizó con el fármaco experimental sabizabulina que se estaba desarrollando para tratar el cáncer, sus efectos fueron positivos como tratamiento contra el COVID-19.

 

En el análisis se encontró que redujo a la mitad el riesgo de muerte de las personas hospitalizadas por la infección por el coronavirus. Aunque el número de voluntarios participantes podría ser una limitación del estudio, el fármaco pareció ser más eficaz que otros medicamentos que se han autorizado para pacientes con cuadros graves por la enfermedad.

 

En el ensayo de Fase III, 134 voluntarios recibieron sabizabulina y 70 voluntarios solo accedieron a un placebo. En el transcurso de 60 días, las tasas de mortalidad de los dos grupos fueron significativamente diferentes: el 45,1% del grupo del placebo murió en comparación con sólo el 20,2% de los que recibieron el nuevo fármaco. Esta diferencia se tradujo en una reducción del 55,2% del riesgo de muerte.

 

Uno de los investigadores médicos del ensayo clínico en Argentina, el médico infectólogo Javier Farina, comentó: “Se hizo un estudio de Fase III sobre el fármaco sabizabulina que demostró la reducción de la mortalidad en pacientes con COVID-19 internados y con requerimientos de oxígeno. Este beneficio parece no observarse en aquellos que ya están en unidades de terapia intensiva con ventilación mecánica”. El médico agregó que “se observó una mortalidad del 20% entre los pacientes que recibieron la sabizabulina en comparación del 45% de los que estuvieron en la rama placebo”.

 

De acuerdo con Farina, quien es miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefe de infectología del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta de Cañuelas, en la provincia de Buenos Aires, la muestra de pacientes que participaron en el estudio fue pequeña porque se demostró la eficacia del fármaco en forma anticipada y se decidió su discontinuidad”. Sin dudas -agregó Farina- “los resultados fueron positivos en cuanto a la eficacia, pero hay que tomarlos con cautela teniendo en cuenta que el número de pacientes participantes fue pequeño”.

 

El estudio fue publicado en la revista especializada NEJM Evidence. Pese a los buenos resultados del ensayo, algunos expertos que no participaron en su realización también señalaron que se debería mantener cautela porque el ensayo incluyó una muestra chica de pacientes. Por lo cual, sugieren que sería necesaria una evaluación de la eficacia con más participantes.

 

El fármaco impide que las células construyan microtúbulos, que son como cables moleculares fundamentales que transportan material de una parte del interior de la célula a otra. Había sido desarrollado originalmente por investigadores de la Universidad de Tennessee para hacer que las células tumorales no puedan crecer ya que dependen de los microtúbulos.

 

Con la llegada de la pandemia por el coronavirus, los investigadores de la empresa Veru probaron la sabizabulina para tratar el COVID-19. Sospechaban que el fármaco podría impedir la replicación del coronavirus. En este caso, el virus depende de la red de microtúbulos para replicarse. También plantearon la hipótesis de que el fármaco ayudaría a los pacientes con el coronavirus que sufren una inflamación pulmonar potencialmente mortal.

 

En mayo de 2021, la empresa buscó voluntarios que ya estuvieran ingresados en el hospital por COVID. Para poder participar, los pacientes con el coronavirus debían recibir oxígeno o depender de un ventilador. También debían tener un alto riesgo de morir por la enfermedad COVID-19, con factores de riesgo como hipertensión, edad avanzada u obesidad. “Es evidente que la tasa de mortalidad de los pacientes hospitalizados con COVID-19 de moderada a grave sigue siendo elevada incluso con los tratamientos disponibles, como el agente antiviral remdesivir, los inmunomoduladores o los agentes antiinflamatorios”, escribieron Gary Barnette y el equipo de investigadores.

 

“Al dirigirse al tráfico de microtúbulos, la sabizabulina tiene una doble actividad antiinflamatoria y antiviral. Estos datos demuestran que el tratamiento con sabizabulina redujo significativamente la mortalidad con un perfil aceptable de efectos secundarios y seguridad en pacientes hospitalizados con Covid-19 de moderada a grave y con alto riesgo de distrés respiratorio agudo”, sostuvieron en el trabajo.

 

Tras analizar los resultados del ensayo clínico, la empresa que lo desarrolla, Veru, con sede en Miami, ya pidió a la autoridad regulatoria de los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), una autorización de emergencia para el uso de sabizabulina.

 

Fuente: Infobae

 

 

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